...y volvía, como vuelven los amantes al principio, como el pincel retorna a la tela o los pichones a ver que fue de su nido; así regresaba, como cada estación de año, pero untado de otoño, desnudo de verano y poblado de algunos pocos recuerdos, deseoso tal vez de reconocerse entre aquellas manos paseando por sus colinas heridas, por su crudo cuerpo sin caricia.
Siempre volvía, como vuelven todas las tercas almas.
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Te traje un pedacito de cielo amor;
no es mucho, son apenas unas pocas nubes
sobre este tibio manto celeste.
Mirame en él y sienteme;
entre esos destellitos que te abrazan con su calor
te convivo en silencio…
Pero cuando me sorprende tu cuerpo al interperie
paseando por tus pensamientos y calles,
Ahh...
todo mi yo se desespera y convulsiona
por disfrutar esa posibilidad de besarte arropado,
entonces entre pronósticos, artimañas
y ocupaciones que te desinvento
vuelvo a ser soy yo,
quien se escabulle con sus locas ideas
y te invita a tenderte en alguna hierba descalzo,
para que me encarceles entre tus pestañas,
dejando que mi soplido de viento
te susurre al oído…
Te amo amor mío.
Y aquí sigo esperandote