Sentado en el jamás de aquel adiós
me tomo trago de silencio amargo.
Aquí murió la magia de los dos;
invierno eterno de mi gris letargo.
Al lado látigo de azote largo
que marca llagas por tu beso ausente.
Es un cadáver, el dolor que cargo,
de un gran amor que ya no está presente.
Olvido de cartón que siempre miente
y esconde entre mentiras el ayer;
regresan los recuerdos a mi mente,
atados al fantasma de un querer.
Las cenizas ocultan la verdad
de una brasa de ardiente eternidad.
Copyright © 2011 José Luis Calderón.
Del libro Raíces de la Marea.