Si yo del paraíso fuera el dueño,
De la noche y la luz fuese monarca,
Al cielo sin la luna, yo tu marca
Le pondría, si tuyo es el diseño.
Guardaría estas cosas en tu sueño
Y del mundo yo haría tu comarca.
Dueña serias del cielo y lo que abarca,
Y todo el mar, a tus pies tan pequeño.
Yo, que pobre soy y no tengo nada
Que ofrecerte y aun menos para darte,
Solo guardo en mis ojos tu mirada.
Tu ausencia que, de mí, hoy no se apiada,
Me miente con tu nombre, no comparte.
No le creo, no fuiste aquí velada…