(sin título)
El amor me ha traído nombres.
Ese sentieminto vetusto y jovial que todo hombre conoce
me ha tradído vida, campos amplios y nubes,
pero con ello, ha venido soledades, noches y mortandades.
El amor, me ha traído nombres y lugares
aunque ahora sólo quede uno.
En reemplazo de aquellos otros
me dejó libros con mi historia.
Yo no puedo juzgar al amor,
además, me ha prohibido jugar con él,
y claro, con ella
o su nombre,
o sus lugares.
El amor me ha traído nombres,
pero ninguno como el tuyo,
ninguno como el tuyo,
que me ha traído hambre,
sed,
otro libro
y el aquí
donde expiro.
donde expiro.