Soy cuerda de guitarra
que se tensa para afinación,
acordes improvisados, sin partitura ni diapasón.
Soy fuerza de manantial, sin cauce,
el arco iris, la inhalación,
un altivo sauce llorón.
Soy olvido de la más mínima razón,
ambivalencia, ternura,
descubrimiento que arrastra sin compasión.
Soy imprudencia, palabras sin ton ni son,
sentimiento, locura,
refugio de secretos de lluvia en el caserón.
Soy liviana transparencia de camisón
y la niña que habita en mi corazón.
MARTA DORESTE