Oh! Dulce soledad
que vagas ante mi
haciendo de tu compañía
un ser melancólico.
Querida soledad
haces que mi atardecer oscurezca
haces que me acompañes todo el tiempo...
Estándo sólo el silencio, mi voz y mis palabras;
de ésta forma me acompañas mi dulce soledad...
Esperandome cada día, cada mañana,
cada medio día, cada tarde y cada noche
sé que siempre estarás. Si a mi lado quieres estar,
pues siempre estaré ahí donde quiera sola que vaya...
Oh! Dulce soledad ya no quiero estar sola más,
déjame sin ti, pues más sola no quiero estar...