Probablemente es tu pecho
destellante de un color plata.
Acaso sea el lunal, tu espalda
o la forma de gemir mi nombre
Puede que sean tus dedos deslizándose
por mi pelvis hasta detenerse en mi.
O la medalla que se balancea,
rozándome los labios
saciados de lujuria
mientras tu cuerpo
estalla al contacto.
Te juro que no estoy segura.
No sé lo que vislumbro al cerrar los ojos
y pensar en tu nombre
postrada en las oscuridad
de mis pensamientos,
tu pecho, tu espalda, tu lunal,
mi cadena, tus dedos
los Movimientos escritos
en nuestros cuerpos
Lo que si te confienso
que eres un manantial
en noche de frio
donde arde mi alma
en cada roce cuando te aproximas.