Que día más cruel para todo ser,
que le sea negada oportunidad de vida,
pues sin sentir la esencia del bien o mal
imposibilitado de existir en su inocencia.
Criaturas perfectas, cuya única culpa
es cargar con un peso por demás ajeno,
de madres que olvidan que ahora lo son;
pero no saben que tu angustia es vista en el cielo.
Podrá olvidarte este mundo caótico,
pero tu grito lo escucha Dios,
lo ha dicho aquella gran mujer,
que desprovisto tu de nacer, dijo que era guerra
la más cruel, la que por enemigo
tenía al más indefenso hijo del señor.
Pero no entienden que es la vida,
pues la derrochan en el pecado,
y tu pequeño, un sólo momento en esta
realidad pides, para que al escuchar
tu llanto, tal madre vuelque
su tristeza en alegría; siendo valiente,
siendo un soldado del bien, que no
encuentra rendición en el frente.