Ayer yo pude notar, con pura curiosidad,
que mi gallo no era tan gallo na,
mi gallo era homosexual
Yo le tiré tres gallinas, pa' que tuviera mujer;
y saben que hacia él, que se ponía a cantar.
Las gallinas lo acosaban, para que hiciera el amor,
y él se trepaba a un gancho, creyéndose un gran señor
Y yo que me desvivía comprándole buen maíz,
para que tuviera crías y llevarlo a la gallera,
y a mis amigos decía, mi gallo no es un gallo cualquiera.
Ese día me enfurecí y lo saqué de la jaula,
lo agarré por el pescuezo y como tres vueltas le dí
De mis manos se soltó y cayó en una maleza
Me fui para con certeza, ver si bien muerto estaba;
y el condenado aleteaba todavía con más fuerza.
Otro gallo que me vio, corrió y vino en su ayuda,
Y la dije:"¡Si tus plumas tú las quiere conservar,
arranca y vete a volar que no te dejaré ni una!"
Entonces el mío volteó la cabeza para atrás,
y me quiso hasta tirar una patada en la mano.
Ahí le grité a mi hermano:"¡Ponte agua a calentar!"
que verás como este gallo ya no volverá a cantar
Él me dijo:"¡No lo mates, déjaselo a las gallinas!"
y grito mi otra vecina:"¡Muchacho si no las quiere pisar!"
Preparé los condimentos para un sopón preparar,
y llegaron Pepe Luis, Cabito el de Felipa,
y un teniente amigo mío de la guardia nacional
Yo los invite al sopón de mi gallo homosexual;
y también les advertí que comieran con cuidado;
por si acaso el condenado, en uno de ellos, no volviera a reencarnar.