Déjame quererte un poco,
derribar los muros y entrar en tu corazón,
permite que mi recuerdo entre en tu memoria.
Permíteme gritar tu nombre cuando me amas.
Piensa en mí por lo menos una vez al año,
aunque los demás días te sea indiferente,
aminoraras un poco el daño
de saber que no soy tan importante
como para mi tu eres.
Cierra los ojos y permítele a mi rostro
por lo menos una vez aparecer cuando lo haces.
Permítete acariciar el aire,
imaginando que estoy al frente,
aunque los demás te vean con asombro,
como si fueras un demente.
Permíteme tomarte de la mano
y sellar el pacto con un beso
como lo harían dos enamorados
aunque tú no ames a esta novia
que se dispone a amarte para siempre.
Permítete disfrutar de este momento.
Permíteme inmiscuirme en tus deseos y cumplirlos.
Permítenos, aunque sea efímero, estar más unidos.