Dios unió nuestros caminos
Me duermo abrazado entres su regazo
mientras mi cuerpo acurruco en su nido,
sintiendo su calor y su latido
pidiendo de sus manos un abrazo.
Dios unió nuestros caminos, el lazo
de nuestro amor verdadero y vivido.
Es nuestro corazón de amor nutrido
que se acoge en el calor de tu brazo.
Son esos tu latidos que despiertan
mis oídos, besos enamorados
que a mi corazón alocado alteran.
Es tu sonrisa cual brillos dorados
que se confunde en el cielo y absortan
mi pensamiento en cielos estrellados.