Probé la más exquisita miel que fluía del entorno
húmedo de tus labios que se escondía entre tus
piernas, saboreé el calor de tu cuerpo desnudo
que encendía mis deseos más profundos y toque la
textura de tu piel que abrigaba mi excitación
mientras me envolvían tus caricias.
Bebí de tu alma mojada (el néctar más sublime de
tu amor) hasta embriagarme en el éxtasis del
placer y tus pechos saciaron la sed de mis deseos
incontenibles, mi paladar probó el profundo
gemido de tu voz orgásmica que te llevaba al más
divino clímax del placer.
Mis manos navegaron cada parte sensible de tu
cuerpo que hacían estremecer la más mínima
fibra de tu piel desnuda, y escuchaba tus
respiros agitados que gozaban de un deseo
interminable, así probé la esencia de tu amor al
fundirme en tu corazón en un romántico erotismo.
Autor: Luis lczal
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