En el fuerte entorno de este anochecer,
Divagando llegan los sinsabores a mi vida;
Verdaderos rostros nupciales de un ayer,
Cabalgando cabizbajos y sin ninguna medida.
Disfrazados pasos de arraigadas sinfonías,
Cual viles traiciones de engaños ya vividos;
Tratando de derrotar los recuerdos desmedidos;
De aquellas lágrimas oscuras en lejanas letanías.
¡Abominables olas! ¡Bruscas!… buscando que renacer,
En lo más profundo de mi alma escarnecida,
Refugiándose en las escalas de un doloroso vaivén,
Las fuertes penas llegan… deslizándose de por vida.
¡Oh! Hospedador de grandes heridas,
Mi muy triste corazón;
Ambulante de la vendimia de mi amor,
Cada vez que la avalancha arrasa enojada,
Te refugias en tu infinita pasión…
¡Corazón si tan solo perdieras la razón!…
(victolman)