¿Qué soy? ¿Qué hago aquí?
Soy una aberración, una equivocación
Una falla, cuya vida no tiene lógica ni sentido
Mi nombre es un insulto
Por mis venas no corre sangre;
Corre la miseria, la indigencia
La penuria y el error
Siento una estrechez en el pecho
Como si de un momento a otro pudiera desaparecer
Como si de pronto fuera tragada por un agujero negro
Y la materia no se convierta ni se cree, sino se destruya
Quisiera morir, pero morir de verdad
Dejar de existir, dejar de sentir
Aún cuando sé que no voy a morir
Aún cuando sé que este suplicio parecerá eterno
Y cuando la vida se acabe se habrá apagado el sol
Tal vez prefería ser un fantasma
Igual de inútil, pero menos estorbo
Mirando a la gente sentirse feliz
Felicidad
¿Cuánto hace que no siento plenamente eso?
Ni siquiera me había percatado
Pero ahora mis ojos se habían acostumbrado a ver
Que todo mi mundo se había vuelto gris
Amor
Sé que es imprescindible, y que aún está por ahí
En un rincón de mi corazón, dando vueltas
Ahogado en mi mar de melancolía y desaliento
Cambiando su color al mezclarse con mi tristeza
No pienso terminar yo con mi vida, eso claro está
Es sólo el deseo de, de pronto, desaparecer de mi vista
Hasta yo misma me repudio y me desprecio
Porque hasta un ser como yo tiene derecho
A rechazar a un ser como yo
Y es que es tanta mi amargura
Que ni siquiera a mí misma puedo amarme
Las fuerzas se me agotan y el tiempo se me acaba
Ya no quiero escuchar mi corazón palpitando
Me agobia el no saber qué soy ni qué hago aquí
Esperaré una señal, un aviso
Y aguardaré en mi lecho de muerte en vida
Para ver si por lo menos Dios se acuerda de mí