Sin recetas para amar nos arriesgamos;
logramos navegar sin barcos ajenos,
¡Aceptamos la adversidad!
Mi tiempo es tuyo si querés,
hasta el abismo de mis mañanas
y las caricias de mis deseos.
¡Temblores en el alma te advierto!
Te encontré y me encontraste.
Nos encontramos entre millones.
He visitado universos de sentimientos
y mil regalos de ensueños tengo para vos;
tan solo suspiros elegantes que bastan con ser crudos
para encontrarnos todo el tiempo.