Un refractario tejido de araña
se traslada lánguidamente
por las esquinas kilométricas
de la dejadez impensada
por las quimeras absolutistas.
Respiración, sol…, fugaz estrella que galopa
desde la utopía del presente tradicional
hasta la suntuosidad de lo ausente…
Un insumiso tejido de araña
se desplaza a golpes de martillo opaco
por las avenidas invariables
de mi aislamiento momentáneo.