La noche fue una mezcla de soledad y alegría, soledad por que no estas a mi lado y las circunstancias imponen la lejanía que te aparta de mí; y Alegría por sentirte en cada rincón y porque tu recuerdo esta latente en todo a mi alrededor.
Las paredes conservan la dulzura y el candor de tu sonrisa, en mi cama quedo tu aroma que evoca lirios y rosas. En los recodos y esquinas de mi cuarto, las sombras y la luna juegan a dibujar tu silueta.
En mi mente y cuerpo ocurren mil reacciones y tengo mil sensaciones. Mi boca conserva el dulce sabor de tus besos y la suavidad de tus labios de seda; mis ojos siguen maravillados con el brillo de tu rostro iluminado por tu sonrisa que brilla cual luna llena; mi cuerpo aún vibra con la calidez de tus abrazos y se estremece al recordar tus tiernas caricias; mis manos siguen buscando algo que simule la tersura y suavidad de tu piel y mi alma guarda la infinita felicidad de tu amor.
Las noches venideras traerán de nuevo tu recuerdo y con el vendrá la nostalgia y la añoranza de los bellos momentos vividos, así como el infinito deseo de estar a tu lado nuevamente. Cada noche esperare ansioso el día en que esos recuerdos se renueven con cada amanecer, pues he de encontrarte a mi lado.