Jamás me arrepentiré de haber vivido
esos momentos inolvidables, locos e intensos
de mis años de zagal...
En esa etapa que decididamente al mundo
quería cambiar
cuando todo era un desafío
y que para bien o mal
era artífice de mi propio destino.
En esa época que intentaba plasmar
mis sueños y proyectos con ansiedad
y premura
en ese tiempo cuando la vida era, sin lugar
a dudas, una gran aventura.
Jamás me arrepentiré además, de haber
luchado fervientemente por mis firmes
convicciones
sólo cambiaría algunas acciones o tal vez
algunas inacciones.
En fin, he vivido significativas circunstancias
como así también extremas situaciones
toqué fondo, pero para renacer de nuevo
y corregir mis errores.
De los fracasos adquirí conocimientos
para enfrentar la bendita vida sin temores
vivir a pleno, sin arrepentimientos...
Adolfo César (NAZARENO)