Hugo Blair M.

LEJANIA


Con la mirada fija al infinito
hacia el cielo opaco y nebuloso
se interpone un roble
erguido en la montaña.

Entre sus ramas revolotea un cantor
de hermoso colorido
cantando alegremente.

Es tan lejos el mirar
que solo ve el infinito oscuro
del cielo de la mañana
y no el cantor cerca de las entrañas.

Ni el roble fuerte y erguido
sembrado en la montaña
con raíces tan profundas
que atraviesan el alma.