Qué te puedo decir que no te hayan dicho
los colibríes , las mariposas
En su aletear aventurero
Y los pájaros en su más alto vuelo.
Qué te puedo ofrecer que no lo hayan hecho
El río que con su corriente trae el llanto
de las altas montañas
y arrastra tus nostalgias al olvido;
El aliso y el eucalipto que estiran sus brazos
Hacia el cielo en actitud libre y soberana
Que le dan a tu espíritu la inquietud del cervatillo.
Nada puedo ofrecerte, sólo este amor
Que desde las sombras grita en silencio
Y hace estallar mis ansias de tocarte
Aunque sólo sea con los recuerdos.
Sólo este amor que estira para alcanzarte
Sus ansiedades y se encuentra con tus ausencias.
Por eso partiré hacia el lucero más lejano
Con brillo imperceptible, para no molestar
Para estar en el fondo de las profundidades del universo
Y quedarme allá a solas con tu recuerdo.
Para no molestar ni querer opacar el brillo de tu alma.