Aquella tarde, tus manos llenaron mi alma
recorrieron mi mente e iluminaron
aquel invierno dibujado de lluvia gris
culminante deseo por comenzar algo nuevo
Aquella noche, prepararon copas y manteles
sirvieron café y cortaron la fruta dulce
que alimentó nuestros cuerpos, regando
nuestro principal argumento... el amor
Con el tiempo tus manos prepararon la cama
inspiraron mis manos, secaron mis lágrimas
y cada noche supieron disfrutar
de nuestros sigilosos encuentros
Hoy como ayer, tus manos me invitan
a vivir tu vida como una ceremónia
simple, única, cotidiana, salvaje
Mañana como siempre, volverás
a acariciar mi alma y mi cuerpo, mientras yo
como aquella primera vez, volveré a devorar tus ojos