Si me amas como dices, hazlo con delicadeza, demuéstralo en cosas mínimas, en un gesto, una mirada, una caricia.
Nunca seas posesivo, nunca invadas mi espacio, nunca quieras cambiar mi manera de ser, no estropees, lo que tenemos, es bueno demás, para abrir mano de la paz que ofrecemos uno al otro. Nunca dejes que los otros estropeen nuestro vivir, digan lo que te digan, no percas la confianza que depositas en mi, así lo haré también.
Tenemos un mundo nuestro, dentro de otro, somos dueños de nuestro espacio, nadie lo podrá terminar, solo nosotros, quien sabe un día lo romperemos.
Mientras tanto cómplices en todo, daremos carcajadas y caminaremos adelante, en este vivir sencillo y dulce.
Si me amas, resguárdame de quien me quiere apartar de ti, de quien me quiere hacer daño, para que no pueda ser una compañía agradable.
Si me amas, nunca te olvides, que yo también te quiero, no lo demuestro quizá como debía, pero no quiero imponer piedad, ni obligaciones, a tu amor.
Te quiero como eres, mezcla de niño travieso y hombre, justo, como te conocí, nunca cambies, se siempre verdadero y libre, yo te acompaño porque quiero. Es mi voluntad, pues junto a ti soy feliz.
No es obligatorio estar siempre diciendo “te amo,” basta que lo sienta, soy un poco callada, en materia de sentimientos con recelo de obligarte a estar pendiente, de dudas, cuanto a lo que sientes.
Un camino, en medio del zarzal, se abrió delante de mi, confiada y temerosa, al mismo tiempo, empecé a andar por el. En buena hora, lo hice, tu estabas esperándome, por eso te pido, nunca cambies, se sencillo, justo y ama mis defectos y lo que soy, como al principio.
Por mi siempre lo hare.
Mientras caminamos, nuestras almas vuelan como mariposas, sobre las flores de nuestra sincera amistad.
Que el camino no termine y podamos a cada paso dejar atrás, todas las cosas y momentos difíciles de nuestro pasado.
Oporto 13 de Lulio de 2012
Carminha Nieves