El dolor
Que me causaste
No tiene comparación
Clavaste tu vil calumnia
Y en el centro de mi alma
Te quise guardar rencor
Pero eso no tiene cabida
Por eso te doy el perdón.
Que Dios sepa
Recompensarte
Y te lleve por el camino
Que conduce al amor.
El amor puro y sincero,
Ese que Dios nos dio,
Mandándonos a su hijo
Que por nosotros murió.
Autor: Miguel Hernández Ledesma