Fiesta
Me vine a emborrachar desde el amniótico sustento,
desde el chiflón que en mis pulmones desembocó en el primer grito,
desde la luz que decoró ante mis pupilas la materia,
desde el pezón que amamantó mi bienvenida a estos salones,
desde la copa del amor en que mis padres se bebieron.
Me vine a emborrachar como las rosas o los buses,
como las lágrimas de algún marino, como el polen
que las abejas y los adolescentes repartieron entre sueños.
Me vine a emborrachar como el viajero
que en su equipaje lleva los recuerdos venideros
y en su lugar de destino la nostalgia de lo que no vuelve.
Me vine a emborrachar y eres el vaso transparente
en el que aún te bebo pues la fiesta de este amor ya es infinita.
12 07 12