Estoy vacio...de amores olvidado
en la eterna soledad que me acaricia,
por mis venas zozobra la esperanza
y hiere al corazón tu lejanía.
Fue mi errante y desdichada cobardía
la causante de este inútil desconsuelo,
quedé atrapado en el banal desvelo
de matar el tierno amor que me ofrecías.
Mi soledad se deleita en la apatía
de no encontrarte nuevamente en mi camino,
y languidece la quietud de mi destino
en la eterna devoción de mi agonía.
Te buscaré en el palpitar de tu sonrisa
que se quedó prendada en cada verso,
florecerán calladamente por lo eterno
los recuerdos de mis besos y caricias.
Aún poseo el aroma de tu brisa
que se arropó sigilosa por tu pelo,
en mis manos se reviven los deseos
de tocar el perfume de tu risa.
Cómo podré explicarte vida mía
en el hilo que sostiene mi tormento,
que arrastrado por la fuerza de tu aliento
presiento mi ilusión no está perdida.
Me llenaré el vacío clavado en esta herida
con el suspiro que me diste en tu lamento,
y anclaré tu recuerdo aquí en mi pecho
que borrará el dolor de tu partida.
LEO HENRY