La vida que elegí vivir
Caminaba por la calle
de entre tantos que iban y venían,
algunos casi corrían
Yo solo deseaba tomar un café tranquila
en un buen lugar, sintiendo la tibieza del sitio
y dejarme estar un buen rato, así en calma.
En la esquina la mesa del ventanal me sedujo.
Entré, caminé hasta ella, me senté y pedí un café.
sonaba música agradable, poca gente.
encendí mi cigarrillo, los miré pasar.
Hay Dios como disfruté de la paz que me envolvía.
Muchas veces necesitamos buscar un lugar
que nos permita sentirnos bien, cómodos, en paz
Percibir que todo se detiene,
que no hay prisa, ni apuro
Sentir que todo estará bien y podremos lograrlo
Pasado un largo rato, despejé mi mente
liberé la adrenalina...
y entendí que ya era tiempo
de volver a la rutina
y rendir el 150% que exige la vida
reglas que nos impusieron
las que Ud. Y yo, elegimos aceptar.