El viento, que pasa rozando
Tu cabello, suave y tierno,
Tus ardientes ojos,
Lo grato y cariñoso de tu rostro.
El calor delicado de tu aliento,
El sabor delicioso de tus besos,
Que te regalaba bajo los cerezos,
Mientras me recibías con los brazos abiertos.
Vives en mis sueños,
Estás conmigo, durmiendo,
Tus besos de mi alma son alimento,
Cantan las aves sobre los cedros.
Caminamos bajo el azul cielo,
Mi corazón dice que te quiero,
Contigo ya no tengo miedo,
Es un amor que no es efímero.
Mi amor, como el agua brota,
Con la más tierna armonía,
Como las sutiles y sensibles notas,
De lo más profundo del alma mía.
“Hoy la tarde quieta, toca al cristal de tu ventana, te dice que a ti a llegado un poeta, que te amará hasta la mañana.”