"Cuando era joven podía recordar
cualquier cosa, hubiera sucedido o no"
He aprendido a caminar sobre las aguas del río,
como las algas, como los insectos,
como la esperanza del universo
que se alza por delante.
Sé que la luz se posa y no se hunde,
sé que se vierten los lirios y flotan libremente,
me lleva la corriente río abajo
como si fuera el arco iris que nace entre los juncos,
como si los colores que lo conforman
nacieran con el día y casi de inmediato
se elevaran hacia el cielo.
Camino despacio por las aguas del tiempo
buscando con cada paso una esperanza sin espacio;
advierto de la nada el todo absoluto;
me regodeo con la niebla y con el rocío mañanero.
Tengo si embargo un freno a mi ilusión,
es el crac de las hojas amarillas del otoño,
entre ellas no hay arte ni melódicas sensaciones
solo hay un color ambarino que se desboca,
que recoge humedad entre el humus de la tierra
y camino sin embargo con la mirada en el futuro,
despacito camino deslizándome sobre el agua
como soñando apariciones que viajan sin rumbo conocido.
Arremeto en mi viaje con los camalotes reverdecidos.
y entre los lirios me deslizo sin mirada, sin olvido,
reconociendo a ojos ciegos los colores de la vida
como si fueran los matices de una existencia prematura.
CARLOS A. BADARACCO
23/5/12
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