Existes, vives en mi, como la savia,
has hecho de mi vida eterna bonanza
y tu amor me transfiere la certeza
de ser mujer, mujer amada.
Cuando te veo dormido, indefenso,
siento que te quiero, que te querré siempre,
aunque a veces nuestro cielo
se nuble intempestivamente.
Eres quien me convirtió en mujer,
Tu mujer,la que siempre te acompaña
con su corazón y con toda su alma
no lo dudes, ¡vives en mi como la savia!