En el momento menos pensado
Conocí el rostro adecuado
Y así este yo adueñado
Pecare sin mayor reparo.
Y aunque la cordura
Me pide templanza
Sucumbiré al encuentro
De lo prohibido.
Soy consciente de lo realizado
Y pagare por mi pecado
Más no existirá mayor placer
Que el amar a una mujer sin conocer.
Y aunque suene desbocado
O sin sentido lo que digo
Solo entenderán aquellos que vivieron
La experiencia de lo prohibido.