Caminando descalzo alguna noche
por las sábanas blancas de tu lecho,
desnuda te acercaste hasta mi pecho
y embriagaste mi cuerpo con derroche.
Abriendo con pasión tu lindo broche,
nos vimos como fieras al acecho
gozando nuestras carnes con provecho,
unidos en abrazo de amelcoche.
Con el temor que todo se acabara,
fundimos al igual que eterna cera
gemelas almas de atracción sincera,
que hacían que de bocas emanara
el dulce dejo de un susurro suave,
como brisa marina en una nave.
* Fotografía bajada de Internet
© Saúl Sánchez Toro
Medellin , Colombia
Julio 13 de 2012
http://poemasalgarete.blogspot.com/