Cae al suelo y se desliza su pudor
las tablas crujen con su paso
su andar, que es tan amado,
por quien ama la huella de sus pies.
Cae sobre mí, mintiendo,
decidido a jugar este juego.
Me cruje el corazón,
se revalsan mis venas.
Cae lentamente su cuerpo
me inunda su mirada y,
se deshoja.