Miyagui yuyatsi

Microcuento (para el hombre que no tiene prisa)







Amor…


La encontré repartiendo besos a las estrellas, evadiendo cráteres con sus piernas de bailarina, suspirando a los cometas con su voz de soprano y arrastrando polvo lunar entre las curvas de su cintura. Le pregunte por quién lloraba, y mirándome con rabia respondió: “lloro por la oscuridad de los días, lloro por el desamor que hinca todos los días mis parpados, lloro por aquel olvido olvidado, que hoy es recuerdo…” Cada una de sus lágrimas las sentía como lágrimas mías. Era aun más hermosa sollozando que estando seria; no me dejó divagar más porque tajantemente me dijo: “lloro por el misma efecto que te trajo acá”.

“¿Traición?” pregunte intrigado.

“No, mi vida… esa fue tu causa…”