Un Faraón orgulloso respondió en forma precoz
al hombre enviado por Dios:
"¿Quién es Jehová para obedecer su voz?".
Faraón se creía un semidios.
¡Se retó al Dios de los cielos,
aquí en la pregunta expuesta,
como reta un rascacielos,
a una gravedad bien puesta!
Jehová Dios fué educado,
al hacer su petición:
"Mi pueblo envía en liberación,
al que tú haz exclavizado".
Mas,negativas rotundas,
salían del Faraón:
Aquí encontrarán sus tumbas
y no haré liberación.
El poder del Faraón se basaba en el sudor
de una espalda cansada;
se basaba en el dolor,
de una libertad anhelada.
Varias las peticiones dadas al Faraón
de dejar al pueblo ir;
más, de duro corazón,
a Jehová no quiso oir.
¡Faraón no era inculto,
sabía tanta cosa hacer;
le cegó tanto poder,
y a Dios engrandó su insulto!.
No habiendo ya mas opción,
ante quien no razonaba,
solo un proceder quedaba...
¡Reprender al Faraón!.
Las plagas por Dios enviadas,
humilló a los falsos dioses
por egipcios adoradas.
¡Isrrael, fue libre entonces!.
Mal aprendió Faraón,
la pregunta que él mismo hizo,
por su duro corazón...
¡A todo Egipto deshizo!.
Autor:Bernardo Arzate.