"Dentro de mí llueve y no escampa/ y el miedo de recaer se impone./ Miedo de que al verte el alma me haga trampa/ y el corazón me traicione".
A veces algo está derecho y lo vemos al revés,
hay gente que confunde en sus adentros alguna sensación,
en ocasiones hay un sueño que no debe ser pero es...
y realidades que tampoco deberían ser, pero son.
Hay soledades que de repente se nos hacen inmensas
y compañías que no son justo las que tú prefieres...
Así hay noches en las que no debieras pensar y en mí piensas
y lógicas que dicen que no deberías quererme y me quieres.
Cosas que no deberían ser y son sin un motivo
o al menos no uno que los dos en el corazón admitamos.
Tal como hay poemas que no tendría que escribir y escribo
y sentimientos con un nombre y ni nombre le damos.
Pero esos sentimientos están ahí, están presentes
y no dejan de ser sólo porque nosotros los neguemos.
Como esos sueños que ni por no dormir están ausentes
y otros que se presentan y fingimos que no los vemos.
Hay cosas que no deberían ser y son porque sí
y muy poco podemos hacer nosotros para evitarlas...
Como las lágrimas cuando se asoman, están ahí
y nuestros ojos ya delatados, se niegan a llorarlas.
A veces el amor se vuelve una de esas cosas
que sentimos aunque por nada lo quisiéramos sentir
y somos muy capaces de decir las palabras más hermosas
aunque tampoco las debiéramos decir.
Por ser prohibida no deja de existir una pasión,
ni una verdad deja de serlo sólo porque no la crean,
como el amor, realidades que no deberían ser pero son...
¡y a los dos nos asusta que sean!