CONFESIÓN
Te miro
de la única manera que podría mirarte
con ojos de niño ante su juguete
como el sabio ante su invento
como el descubridor,
ansioso de pisar tierra nueva.
Te escucho
de la única manera que he de escucharte
siempre,
como el niño inmerso en su cuento de noche
como el músico que no toca
sino que abraza su instrumento
como el sordo que siempre le huyó a la verdad
y ahora todo le suena claro
Te toco
De la única forma que se puede tocar
lo que no es llama y que nos quema
Te cuido
como el biólogo
que protege la única especie que le queda:
las mariposas de su estómago
Te confieso
las únicas verdades que podría confesarte,
las que han atado tantos nudos en mi cuello
y nunca han podido estrangularme
Te confieso
tras la rejas de mis temores...
!Rechazo mi libertad incondicional!