Dame la mano, Siento desfallecer
No quieras regarme en placer
Ya mi tallo se doblo, al regreso del pueblo fantasmal.
Me siento maldito. Raro al pensar y más raro al escribir
mi corana es blanca y mi capa negra. Aunque tenga bendita
el alma sigo siendo maldito.
La realeza me niega, los vasallos me pegan
¡Duro con piedra Duro con patadas
Duro también con palo!
Debo confesar amigo mio,
Debo confesarme ante el padre pecador,
Esto que diré ya antes mucho antes que tú,
otras personas lo supieron:
Mi reino no es de este mundo, si no escribiría versos
hoy quizás sería vampiro - sobre el calvario cantaría a la luna
los fatídicos cantares de una vida
Lentamente apagada.
Aquel nombre suena a rey tenebris cantor
la negra pluma te guía, la serpiente vertebral
navega por humeante amazonas arrastrada por
corrientes ajenas va el animal a su triste albedrio.
El telón censurado,
Beethoven suena novena sinfonía
La casa está vendida y el juicio perdido.
Roto león de oro guardan mi humana sombra
sobre un egipcio sarcófago, extraviado en laberinto Gitzeth
Una de las tres a de (((ser)))
Ya los poetas malditos me llaman,
Porque digo lo que digo y escribo como escribo,
Mil hombres en uno solo, todos pecamos
Y a misa nos vamos cada domingo en ayunas
(Por mi culpa, por mi culpa, por mi
reverenda culpa…) sarcásticamente digo:
rueguen por mi hermanos míos
Pues soy el mas pecador de ustedes,
el padre me niega – el hijo se avergüenza,
la santa trinidad duerme en un libro babilónico.
Y antes de echarme para atrás, os digo
Entonces por lo dicho aquí, por lo escrito aquí,
- El único culpable soy yo
- El único maldito soy yo.
Maldito desde nacimiento y sin importar
que la muerte, me encuentre desnudo
Seguiré siendo, Maldito!