Era ya muy tarde cuando lo vio
refulgente de luces vivas
como si se hubiese metido
dentro de él la luz del mediodía
La tomó entre sus manos
Y vio como los rayos del sol
se quebraban en mil pedacitos
llenándole los dedos de colores
rojos, naranjas y azules.
dejo caer su ropa sin precaución
mientras seguía el recorrido
con sus manos inquietas
antes de que llegara la noche
Mirándola a los ojos
le dejo el beso más tierno y secreto
que cabe en un poema
amándola en su universo
y viajando en una nube azul de seda
entre gemidos y caricias
la llevo al septimo cielo
donde moran los jardines de las estrellas.
Expresándola con la piel,
la esencia de su amor ¡Tan azul!
que sale de su alma ¡Tan pura y desnuda!
que la amó con seductora locura.