Silencio es el grito, de la paz absoluta,
es darse ese tiempo de ver hacia atrás,
necesito callar y sentir que las horas,
componen al ritmo de mi vida y tu dios.
Me ahogan las voces, infames del mundo,
del falto de orgullo, la crítica audaz.
En tanto reproche, de mi alma y mis soles,
no hay tibio regazo, en quien sollozar.
Me amoldo a este mundo, carente de prosas,
y sueño en el cambio, en la paz y el color.
Silencio, mi lucha, mi sed de justicia,
en ello mi impronta, será inmortal.