Dicen que estoy loco, que no disimulo,
que me obsesiona vivir;
la Belle Époque es esta
la que me urge consumir,
entre las almas sublimes
que arañan las estrellas
estoy yo proclamándolas
designándolas, celebrándolas.
Almas elevadas
que se alzan conmovidas, inmutadas
por el alto vuelo de sus memorias,
por el loco afán de existir
por el excéntrico desvelo de subsistir
por el maniático empeño de amar.
Dicen que estoy loco y es muy poco,
mi afán conmueve tierras,
sentimientos vagos, pregones
se arguyen los silencios, me desvisten
en un solo amor que tan sólo alboreo.
¡Qué bello es estar loco!
CARLOS A. BADARACCO
18/7/12
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