Qué hermoso seria morir haciendo el amor,
sin sufrimiento ni dolor, morir entre tus brazos,
en el calor de tu cuerpo, con la tibieza de tu alma,
disfrutando de tu sabor salado,
con tu cuerpo aferrado a mí, tu cabellera alborotada
que me provoca más ganas de ti,
tus besos húmedos de dulce saliva,
son tan irresistibles que no puedo desprenderme de tu boca,
mi sed insaciable de tu alma de la cual me trato
de adueñar pero no puedo.
Morir seria un placer más de ser entre tu ser,
sin temor a la frialdad que se apoderaría de mi cuerpo
porque estoy segura que la temperatura de tu cuerpo
impediría que la frialdad se adueñara de mí,
impediría que mi alma vagara entre penumbras.
Morirme en orgasmos llenos de amor
sin culpa ante Dios, pues sé que tú
eras aquel que él envió para ser mi dueño de por vida!
morirme haciendo el amor y no abrazando una almohada
con tu cuerpo apresando mi alma en tu pecho sudado y varonil
conmigo en tu mente siendo tuya eternamente...
Y mientras te regalo mi ultima exhalación
ironicamente me regalas vida