marco augusto

Tu agraciada excelencia

La prestancia belleza de la rosa,

sintió envidia de tu contagiosa

sonrisa,

se vistió de inmaculado rocío,

en la matizada alborada,

y aunque su intachable belleza

era exquisita,

nunca pudo alcanzar,

la hermosura divina,

de tu agraciada excelencia.