Prefiero levitar hojas secas
sin ruta… sin prisa
indecibles… intrépidas,
al juego de soñar que casi vuelo
pendida de los huesos de tu viento.
Y hoy me basta con ceñir esta locura
que todo lo concibe amoldado a tu lujuria…
al soplo felino que emana de tu boca, inevitable,
y sus labios de vino palpitante, inagotables,
aunque aquel mar que antes nos era insuficiente,
hoy arrastre un adiós embotellado, lentamente.
Y que transeúnte la pasión, estalle cada resto,
rasgando del horizonte su monólogo poseso
en aria del bolero que sacia indóciles, los besos.
Y si de mí, aún constelado, tú te marchas…
serás lo más amado tras la trágica ventana
y tu aroma de limón, ya uncido al terciopelo,
… ¡quedará como fulgido insecto!…
varío de diamantes y en eterno movimiento…
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Propiedad intelectual Lucero Moscoso
Bogotá D. C. Colombia.