Hay largos caminos
hechos en el hielo
por donde el pingüino
camina sin miedo.
Valiente y decidido
va marchando lejos
porque los pingüinos
son seres muy buenos.
Dios ha querido
que no alce vuelo,
por eso el pingüino
no surca los cielos.
Con su traje negro
y corbata blanca
los pingüinos fueron
juntos a la Antártida.
Al señor pingüino
dejo de recuerdo
esto que hoy escribo
aquí en mi cuaderno.
Alejandro J. Díaz Valero