Historia “Real” y “Rimada”
Ofreciendo ayuda supervisora
Yo sin entender nada
en silencio lo oía
a ver si aclaraba
la duda que había.
le dije: Sigue contando
y el joven Oswaldo
triste y apenado
dijo que estaba endeudado
y necesitaba dinero.
Que trabajando con esmero
él se había ganado.
Confirmé, si había cobrado
pero en la nómina no hubo problema
Y ya, le habían pagado.;
le dije: Si estás desfasado
con tu presupuesto familiar
yo estaba dispuesto
a darle mi apoyo
pensando de algún modo
ponerlo contento
buscando el argumento
de aquel raro embrollo.
Continuará...
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