Y suspiras en la arcada de mi cuello
tu aliento me transporta a la guarida
mientras nado en la isla de tu vida
los segundos se detienen en mi pecho.
Me imagino en tus cielos levitando
mis cabellos con soltura acaricias
y tus labios van buscando mis mejillas
mientras tiemblo al sentirte a mi lado.
Sigue aquí, no retires las albricias
no desdeñes tu ternura de mi ocaso
que por ti el paraíso he acariciado
sosteniendo cada aliento en tu sonrisa.
Y parece momentáneo el vaho eterno
tus luceros bailan niñas en su pista
y en mí algo se desprende y precipita
¡y mi cuerpo derritiendo va en tu anhelo!
Copyright©2012 Rocío Vega-Ponce