“Machu Picchu”
Fátima Rodríguez Serra
Cumbres que casi llegan al cielo
perdiéndose en el firmamento
nubes confundidas con el hielo
ante una ráfaga del viento.
Rocas alzadas sobre montañas
con empalme exacto, preciso
erigidas desde las entrañas
una hermosa vista diviso.
Rutas a recónditos senderos
todos en perfecta ubicación
los turistas y aventureros
se sorprenden ante la creación.
En los andenes, muchos cultivos
entre gradas de piedra, pendientes
por ahí, aún habitan nativos
seres nobles e inteligentes.
Un tallado en piedra decora
y extraña energía emana
escultura que marca la hora
útil reloj el Intihuatana.
Admirada como maravilla
lugar considerado sagrado
con gente humilde y sencilla
un pueblo por siempre venerado.
Respeto a la civilización
que habilitó los acueductos
para ofrecer alimentación
cosechando miles de productos.
Del Cuzco sus sabios pobladores
que honraron la naturaleza
construyeron diques, corredores
preservando toda su belleza.
Alguien la llamó ciudad perdida
pues desconocía su existencia
parecía oculta, escondida
disimulando su imponencia.
Montes y valles inolvidables
al lado del cerro Huayna Picchu
pleno de pasos intransitables
la ciudadela de Machu Picchu.