A MI AMIGO RAUL
Te miro desde este espejo oblicuo
A veces imbuido en el mismísimo ojo del altísimo
Un tanto endeble pero se que estás firme
Como el samán de los recuerdos…
Amigo, recogiste a gotas el sufrimiento de los caídos
Y tu dolor lo pares
Lo pujas en versos y presiento el regreso
De los arlequines, aquellos que llamamos
En todas las oraciones de los impíos…
Quizás estos libres versos te den un letargo
Ausente
EL QUE ME BUSCA
Hay un soldado en este techo murmurando
Quizás borda en su fusil la palabra
Que lo hace libre…
Es tan débil el susurro que apenas mueve la brisa
y en el amor intenso de sus recuerdos
añora a la virgen que le secó
la última gota de sangre…
Los legionarios del amor sucumbieron ante él
parecemos peces enjaulados por su red
que incansablemente nos atosiga
y es su mano llena de brazas
quien nos tuesta el alma…
no te apures compañero, hay una luz
en el mismísimo centro de este hoyo negro.
Romy Bompart.