De vez en cuando…
Cuando miro por la ventana,
cuando toco las seis cuerdas de mi guitarra,
cuando camino por la calle, que prometí no caminar,
cuando escucho los gritos de la nostalgia,
cuando prometo cosas que no debería prometer,
de vez en cuando, ella vuelve como siempre,
tocándome el fondo
y se llenan mis vertientes.
De vez en cuando ella regresa y todo lo confunde,
haciéndome trizas la palabra: Olvido,
hurgando en lo que fue y ya no puede ser,
de vez en cuando revive mi sed,
convirtiéndola en el paso de sus huellas.
De vez en cuando…
Cuando una pregunta sobre ella toca la fibra del sentimiento,
cuando de tanto olvidarla, vuelvo a soñarla,
en cada noche de soledad descolorida en polvo de estrella,
en cada palabra vacía,
por el paso de las nubes arriba de mi cama,
de vez en cuando ella llega sin avisarme
y se me instala en el alma.
Es frágil el desamor cuando todo lo llena el amor,
y en mi más hondo sentir debo aceptarla como flor de mi jardín,
de vez en cuando ella está conmigo y me cuenta sus secretos,
mientras yo le sonrío y envío corazones al viento,
de vez en cuando rememoro todo lo perdido
y me inundan tantas cosas ahogando mis sentidos,
de vez en cuando me siento a esperarla en el fondo del mar,
escribiendo versos apesadumbrados en su arena,
que se alimentan de la luz de luna llena.
De vez en cuando la veo sentada en mi horizonte,
otorgándome la posibilidad de sincerarme conmigo mismo.
Ricardo Felipe
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