Como si jugáse escondido, tu corazón
me llama con el galope de un latido fuerte
haciendo que mis oídos ceguen la razón
de saber cómo fue que pude llegar quererte.
Niña consentida por el hombre que sea don
doblegas el intento de amarte sin perderte
impidiendo de crecer semejante pasión
que un día naciera tan solo para así tenerte.
Sin alcurnia pero con acento de lord,
sin ostentosidad aunque con esta humildad
mi única moción es a tu amor siempre presente.
De cuestionar lo esbozado por este señor
nublando tu mente con pura falsa verdad,
solamente lo que tendrás será un ser ausente.
John Clark